Recogimiento y quietud para estos orantes que se sitúan en perfecta formación a la hora de orar cada cual desde su mundo de creencias tal vez diferentes. Un abrazo Joaquín
Esa sucesión de orantes que poco a poco se va diluyendo en el desenfoque resulta más atractiva aún dada la repetición ordenada de elementos arquitectónicos. Y, como suele ocurrir en la escultura románica, incluso en la gótica, la gran preeminencia que se da a los ojos y a las manos como símbolos de la inteligencia, la humanidad y reflejo del alma. Un abrazo,
ResponderEliminarBuena imagen de detalle
Un abrazo y el deseo de una semana feliz
Toda la sobriedad del románico concentrada en estos severos rostros.
ResponderEliminarUn abrazo, joaquín.
Formidable muestra del maravilloso mundo del arte románico.
ResponderEliminarTexturas y composición fantásticas.
Un fuerte abrazo Joaquin
Una toma estupenda Joaquín, refleja ese impresionante arte de maravilla.
ResponderEliminarUn abrazo amigo
Recogimiento y quietud para estos orantes que se sitúan en perfecta formación a la hora de orar cada cual desde su mundo de creencias tal vez diferentes. Un abrazo Joaquín
ResponderEliminarMuy buena representación de este hermoso arte.
ResponderEliminarEn nuestro país, hay buenos ejemplos de esta gran arquitectura.
Besos
Magnífico detalle arquitectónico ...la repetición y orden de elementos invita al recogimiento..
ResponderEliminarUn abrazo
I am running out of ways to say--- I am blown away by your picture! Excellent, Joaquin!
ResponderEliminarVértigo del contenido, la atmosfera mística y
ResponderEliminarsuave, en una perspectiva que se desenfoca,
poco a poco, compone una gran foto.
Abrazos
Me gusta mucho. Besos.
ResponderEliminarSiempre me llamaron la atención las figuras del románico, tienen ese punto inquietante que has captado muy bien.
ResponderEliminarEsa sucesión de orantes que poco a poco se va diluyendo en el desenfoque resulta más atractiva aún dada la repetición ordenada de elementos arquitectónicos. Y, como suele ocurrir en la escultura románica, incluso en la gótica, la gran preeminencia que se da a los ojos y a las manos como símbolos de la inteligencia, la humanidad y reflejo del alma.
ResponderEliminarUn abrazo,