Como un bello bosque de piedra en el que los troncos se elevan al cielo y las ramas se entrelazan formando cúpulas. Lo único malo que tiene la Catedral de Barcelona es que, como otras muchas, por obra y gracia de la Iglesia Católica ha dejado de ser un lugar de oración para convertirse en cueva de ladrones en la que se pretende cobrar entrada incluso a los que profesan la religión y acuden allí para orar. ¡Lástima de Jesucristo que volviera por estos lares para poner orden látigo en mano!. Un abrazo,
El título describe a la perfección la sensación del espectador. Parece un enorme bosque de columnas que se elevan de tal manera que terminan por no parecer de este mundo. Una delicia. Un abrazo Joaquín
Muy bella imagen de arquitectura, con una luz magnifica
ResponderEliminarComo un bello bosque de piedra en el que los troncos se elevan al cielo y las ramas se entrelazan formando cúpulas. Lo único malo que tiene la Catedral de Barcelona es que, como otras muchas, por obra y gracia de la Iglesia Católica ha dejado de ser un lugar de oración para convertirse en cueva de ladrones en la que se pretende cobrar entrada incluso a los que profesan la religión y acuden allí para orar. ¡Lástima de Jesucristo que volviera por estos lares para poner orden látigo en mano!.
ResponderEliminarUn abrazo,
El título describe a la perfección la sensación del espectador. Parece un enorme bosque de columnas que se elevan de tal manera que terminan por no parecer de este mundo. Una delicia. Un abrazo Joaquín
ResponderEliminarMagnífico etéreo, es una foto preciosa en todos los sentidos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Soberbio contrapicado. Desde tu objetivo has sabido captar del suelo al cielo ese sentido "etéreo" de la nave.
ResponderEliminarEnhorabuena. Un abrazo.